Bueno, Netflix sigue produciendo rom-coms y la están pegando. La realidad del caso, y como todo en la vida, a veces pueden cometer un par de errores. Always Be My Maybe tiene un error que ya he visto en un par de películas de Netflix. A pesar de la gran química de Ali Wong y Randall Park (interpretan a los protagonistas: Sasha Tran y Marcus Kim) y sus espectaculares punchlines, los baches en las escenas se sentían demasiado.
Mientras veía la película me percate que muchas veces le quería dar forward para ver las partes cómicas. Es que decían algo cómicamente brillante y luego pasaban 20 minutos de nada interesante, y volvía a pasar algo cómicamente brillante y nuevamente pasaban 20 minutos de nada. Así corrió la película hasta el final. Hubo demasiados baches en las secuencias. Lo curioso fue, que las partes graciosas fueron mega cómicas, a nivel de carcajada. En realidad valió la pena pasar por los espacios neutros de la película.
Las únicas dos secuencias que tengo que sacar de los baches, son las secuencias donde Keanu Reeves sale. El tipo se robó el show. Él mismo se tripeó; interpretó una versión douche bag de sí mismo. I LOVED IT!!!! Fue refrescante verlo así. Aunque él siempre ha sido un tipo cool pa' ser actor, no me sorprende que haya hecho esto y fue freaking awesome verlo.
Aunque los baches en las escenas me volvieron loca, como quiera recomiendo la película. Porque lo que es gracioso, es súper gracioso. Además, la química de Wong y Park está muy cool.